viernes, 18 de enero de 2008
lunes, 14 de enero de 2008
martes, 8 de enero de 2008
jueves, 3 de enero de 2008
Navidades
A la espera de la llegada de los Reyes, que no creo que vayan a ser demasiado generosos, aunque palabrita de niño Jesús que este año nos hemos portado bien, podemos comenzar a hacer un primer balance de las navidades.
En lo que a Nochebuena y su finde precedente no hay mucho que destacar, a no ser la presencia el sábado de las JOYAS DE LA CORONA que hicieron aparición para el disfrute del personal, o más bien de las tres implicadas. (Noches como esas hay que repetirlas más a menudo).
Ya puestos en Nochevieja y después de una noche repleta de sobresaltos y accidentes varios, podemos decir que el año no entró tranquilo pero si divertido, esperemos que la tónica general sea la misma a lo largo de estos meses, aunque para algunos menos dolorosa, así y todo podrán disfrutar de una merecida baja sin incidentes mayores.
En cuanto al lugar de reunión, la casa de nuestro paisano goza por ahora de buena salud, aunque no sabemos por cuanto tiempo, esperemos por el bien de todos que los dueños demoren sus planes hasta después de Semana Santa y que las dueñas del calor no decidan abandonarnos, las cortinas encargadas a la modista, detrás de la cual tuvimos que estar quince días antes de Navidad para que las tuviera a punto, quedaron monísimas.
Sin más y esperando la gracia que Sus Majestades de Oriente tengan a bien concedernos, nos despedimos hasta otro rato.
En lo que a Nochebuena y su finde precedente no hay mucho que destacar, a no ser la presencia el sábado de las JOYAS DE LA CORONA que hicieron aparición para el disfrute del personal, o más bien de las tres implicadas. (Noches como esas hay que repetirlas más a menudo).
Ya puestos en Nochevieja y después de una noche repleta de sobresaltos y accidentes varios, podemos decir que el año no entró tranquilo pero si divertido, esperemos que la tónica general sea la misma a lo largo de estos meses, aunque para algunos menos dolorosa, así y todo podrán disfrutar de una merecida baja sin incidentes mayores.
En cuanto al lugar de reunión, la casa de nuestro paisano goza por ahora de buena salud, aunque no sabemos por cuanto tiempo, esperemos por el bien de todos que los dueños demoren sus planes hasta después de Semana Santa y que las dueñas del calor no decidan abandonarnos, las cortinas encargadas a la modista, detrás de la cual tuvimos que estar quince días antes de Navidad para que las tuviera a punto, quedaron monísimas.
Sin más y esperando la gracia que Sus Majestades de Oriente tengan a bien concedernos, nos despedimos hasta otro rato.
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